FUNDASI

Fútbol: Recuerdos y curiosidades.

 

Por: Pedro Henríquez (promoción del 59). Exjugador del Loyola.

 

 

En los años 50, todos los balones eran de cuero marrón. Todavía se veían los de diseño antiguo, que tenían una trenza similar a la de un zapato. Para inflarlo, había que quitar la trenza, sacar la “tripa” (un balón de goma que estaba adentro) echar el aire por un tubito de goma, sin válvula, cerrarla amarrándola, para luego volver a colocar a trenza.

 

Ya en esa misma década comencé a ver los balones completamente cosidos, que traían un agujerito con una válvula que impedía que se escapara el aire, y que se inflaban usando una aguja de inflar balones. Pero continuaban siendo de cuero marrón.

 

Entonces aparecieron los primeros balones blancos. Estos balones eran pintados, es decir, sobre el cuero llevaban una capa de pintura. Claro, al poco tiempo la pintura se iba descascarando y el balón se convertía en una pelota de color indefinido con puntos blancos. Un poco tiempo después quedaba un balón de color gris o gris verdoso, con la superficie áspera.

 

Por cierto, los balones con que muchas veces jugué con el Loyola, eran sobre inflados (ignoro la razón), por lo que eran duros al tacto y en ocasiones hasta tenían un diámetro algo mayor que lo reglamentario. Era difícil, al hacer un saque de arquero (la posición que yo jugaba) lograr que la pelota llegar a la mitad del campo.

 

Según fotos de los años 30 y 40, los shorts de los jugadores de fútbol llegaban casi hasta las rodillas. Entre los años 50 y 70 se usaron cortísimos. Actualmente llegan de nuevo hasta la rodilla. Las cosas son cíclicas.

 

Que yo recuerde, hasta los años 70 los arqueros no usaban guantes. Fue a partir de los años 80 que el uso de guantes se convirtió en un estándar.

 

Durante muchos años existió en el área metropolitana de Caracas, la “Liga Distrital de Fútbol Amateur” y se jugaban torneos en muchas categorías: infantiles, juvenil, primera, segunda, tercera, cuarta de veteranos y cuarta especial. La diferencia entre cuarta de veteranos y especial era la edad.

 

Las canchas del Loyola (antes de que se construyera el Centro San Ignacio) eran uno de los principales escenarios de esos torneos. Usted podía pasar todo un sábado en la tarde o un domingo completo, desde las 8 de la mañana, viendo juegos de fútbol de todas las categorías.

 

Tengo el recuerdo de que un jugador del Loyola (su nombre escapa a mi memoria) acostumbraba a jugar con una “tripa” de balón colocada en su cabeza, a manera de gorra. Imaginen algo como media pelota de goma, ajustada a la cabeza del jugador.

 

El primer mundial de fútbol que vi por televisión, fue el del 58, en Suecia. Los partidos eran filmados y la película era enviada por avión a Venezuela. Uno veía los juegos a los dos o tres días de haberse efectuado y claro, en blanco y negro. Por supuesto que ya se sabían los resultados. Un detalle es que no había repeticiones de las jugadas.

 

Posteriormente, no recuerdo si el mundial del 64 o del 68, una empresa filmó los juegos para luego hacer una selección de las mejores jugadas del torneo. Usted iba al cine y disfrutaba de esta “película” durante hora y media.

 

En mi época de infantil y juvenil, las tiendas de deportes en Venezuela era muy escasas. Era muy difícil, para no decir imposible, conseguir un suéter de arquero. Si uno tenía en su casa un suéter adecuado, lo usaba. En caso contrario , usaba una franela o una camisa de tela gruesa. Yo durante mucho tiempo (en los torneos interclases) usé una camisa de kaki.

 

Hasta hace pocos años, el uso de canilleras no era obligatorio, y pocos jugadores las usaban. En cambio, casi todos los arqueros usábamos rodilleras. Claro, en la mayoría de las cachas había bastantes piedritas.

 

¿Zapatos? Un solo modelo, y todos negros. En los primeros que usé, los tacos estaban hechos de rueditas de cuero, formando una especie de torrecita, que se fijaban a la suela con clavitos. Con el tiempo, las rueditas de comenzaban a caer y quedaban los clavitos expuestos al aire. Esto convertía al zapato en un dispositivo muy peligroso (era un aspecto muy vigilado por los árbitros de la época).

 

Creo que a finales de los años 40 o principios de los 50, se puso de moda que los equipos de fútbol usaran camisas manga larga. Y existieron camisas del Loyola. Jugué con muchos que las usaban. Era un verdadero orgullo tener una. En los Edasi de la época se pueden ver las fotos. Un detalle curioso es que como no todos tenían la camisa, en los equipos del Loyola que jugaban en los torneos, algunos jugadores usaban camisas y otros franela.

 

Suscribase a lo último en Fundafesi

.

Powered by EduWeb © 2024