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Perfil del Antiguo Alumno del Colegio San Ignacio

Los alumnos egresados del Colegio San Ignacio deben presentar los siguientes rasgos:

EN EL SER:

  1. Personas libres autónomas y responsables: Que entiendan la libertad como el desarrollo de la capacidad de tomar decisiones a la luz de los valores que dan sentido a la vida humana y la autonomía como la capacidad de autodirigirse con un código de conducta escogido personalmente dentro de un ambiente de libertad y desarrollo moral. Deben, además, asumir responsablemente las consecuencias de sus decisiones y estar conscientes de que las mismas pueden afectarles y afectar a las personas que le rodean.
  2. Capaces de asumir los valores que dan sentido a la vida en democracia: Apoyándose en el conocimiento de sí mismos, del contexto en el cual se desarrollan, de la situación económica y social de las mayorías y del valor que encierra la vida misma para ser líderes al servicio de los demás.
  3. Deben asumir los valores de la vida ciudadana, la solidaridad social, la convivencia, el servicio a los demás, el bien común, la defensa y fortalecimiento de instituciones básicas como la familia, la sociedad, el Estado, la Iglesia.
  4. Deben tomar en cuenta los valores de la vida cristiana del humanismo y de la convivencia social afianzados en las experiencias de Fe para promover la Justicia y la Paz.
  5. Deben contribuir a la formación de comunidades solidarias, en base a una auténtica participación democrática en las organizaciones sociales de todo tipo, comenzando por su participación activa en la vida colegial, en especial en las organizaciones estudiantiles y de acción pastoral para asegurar una convivencia que nos acerque a la Misión.
  6. Estar en la disposición de lograr el desarrollo más completo posible de todos los talentos que ha recibido de Dios para alcanzar: La excelencia humana, en un marco de Educación Integral, basado en Jesús como modelo de vida que promueva el desarrollo de la persona y el bien.
  7. Comprometidos con la justicia que se deriva de su fe.

Animados a desarrollar una presencia activa a favor de los pobres y excluidos con la fuerza que se deriva del modo de proceder a la manera de Ignacio de Loyola en la Fe que fortalece a la Justicia, el Amor y la Paz.

EN EL SABER:

• Haber desarrollado, en la medida de lo posible, los talentos dados por Dios en el dominio de:

Las disciplinas básicas (humanistas, científicas y tecnológicas) desde un punto de vista crítico y reflexivo para servir más y mejor a nuestros semejantes.

• Conocer los procesos básicos del pensamiento que faciliten:

La adquisición de los aprendizajes y el desarrollo de la excelencia humana y académica.

• Conocer la realidad político social de Venezuela y el mundo de forma reflexiva y crítica para:

Tomar decisiones libres, justas y solidarias.

• Conocer los valores fundamentales de la religión católica como eje central de la formación integral para:

Incorporarlos a la vida misma, tomando como premisa fundamental la Fe que se manifiesta en la promoción de la Justicia, el Amor y la Paz.

• Conocer los elementos que favorecen el sano desarrollo físico en armonía con:Otros aspectos del proceso educativo, los programas de deporte y educación física, la competencia sana y el manejo adecuado de los resultados obtenidos en ella.

• Conocer la vida pública:Cómo funcionan los entes gubernamentales, estatales, municipales y parroquiales, en sus dimensiones económicas, políticas, sociales y culturales para ubicar formas concretas de participación democrática al servicio público.

EN EL VIVIR:

• Tener a Cristo como modelo de vida humana al servicio de los demás:Con una vida activa al servicio familiar, social, político y religioso, que se evidencie en obras como muestras de amor al prójimo.

• Tomar como opción fundamental a los pobres y excluidos:En busca de una sociedad más justa y solidaria participando como líderes comprometidos en ella y en la Iglesia.

• Utilizar al máximo su desarrollo físico y mental:Para ejercer un liderazgo a favor de los necesitados, desempeñándose responsablemente y con conocimiento pleno de la cultura y del ambiente de las personas a quienes sirve.

• Utilizar el diálogo como una forma efectiva de comunicación:Para tomar decisiones solidarias y responsables, producto del discernimiento, que permitan el acercamiento de unos a otros y logren la participación activa en una misma misión.

• Participar activamente en las experiencias de fe cristiana:Basadas en la oración, en la Eucaristía y en los Ejercicios Espirituales, según la visión de San Ignacio, y así precisar los roles a ejercer en la sociedad en que se desenvuelven.

• Libres para dar lo mejor de sí mismos:Asumiendo las responsabilidades que se generan de las acciones tomadas. Libres para trabajar con otros en pro de la felicidad de todos como fin último de la vida humana y del Reino de Dios y para desarrollar un ambiente de convivencia y respeto entre todos los miembros de la comunidad.

Historia y Futuro

Historia del Colegio

Rectores

La Historia, en este caso, cuando nos enfrentamos al reto de elaborar el Proyecto Educativo del Colegio, se comporta como un contexto global, en dos direcciones: la línea de tiempo que explaya y define el espacio donde le corresponderá  actuar y la vertical que puntualiza los hitos donde nos parece que se impone una mayor profundización para indagar en sus raíces. Tenemos de este modo establecido, desde el comienzo, esas dos realidades  para situar nuestro proyecto. Por otro lado, el macro contexto nos ofrece una serie de datos sobre nuestro origen, lo que hemos sido y su porqué. Ellos facilitarán el cumplimiento de los pasos metodológicos que nos ayuden a la consecución de una propuesta modelo plenamente ajustada a la realidad que deviene de esa historia.

La fundación del colegio tiene dos fechas que responden a dos decisiones históricas muy importantes, ellas marcan el comienzo de la historia del San Ignacio. El 16 de septiembre de 1920, el Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Wlodomiro Ledochowski, s.j. le informa a Monseñor Francisco Marchetti, Internuncio Apostólico de su Santidad en Venezuela, que acepta la fundación de un colegio modelo, en la capital del país..(1)

La segunda corresponde al 02 de julio de 1921, cuando el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Pedro Itriago Chacín, le escribe un oficio al Honorable Señor R .Bartoloni, Encargado de Negocios ad interin de la Santa Sede, en el cual “tiene a honra manifestarle a usted, que como se resolvió en reciente sesión del Gabinete, fue opinión de este Despacho que no había inconveniente legal alguno para el establecimiento en esta ciudad de un Colegio bajo la dirección de los Padres de la Compañía de Jesús”.(2)

Se repetía la especie de que ese plantel se había aprobado por una decisión unilateral del Dictador, sin pasar por la debida consideración del Gabinete o a lo más era producto de un acuerdo privado y hasta oscuro entre el General Gómez y el Arzobispo Felipe Rincón González, en agradecimiento por el suministro  de ciertos medicamentos naturales que el prelado le obsequiaba para curarle las dolencias prostáticas y  renales. De ahí la importancia de este documento.

Sin embargo, casi desde su instalación, por diferentes vías, se promovió una campaña contra la presencia de los jesuitas en Venezuela y contra la fundación del colegio. Con tales habladurías, se quería desacreditar a la Compañía de Jesús y empañar el origen del San Ignacio. Ellas se mantuvieron en la comidilla política y llegaron a oírse  hasta en el discursero de algunos constituyentes entre 1946 y 1947.

Reglamento Interno de Basket Loyola

En el LOYOLA Basket Club tenemos Normativas y/o Reglamentos de los equipos y jugadores, así como Normativas y/o Reglamentos para Padres, Representantes y/o acompañantes. A continuación las reglas que deben cumplir cada uno de los participantes en un juego:

 

Normativas y/o Reglamentos de los Equipos y Jugadores de Basket del Colegio San Ignacio

1) Se harán tantos equipos como categorías según las edades que señalen las ligas a que estamos asociados.

2) Cada categoría tendrá el máximo de jugadores según los reglamentos para hacer extensivo el mayor número de colegiales el beneficio de participar en el deporte.

3) En caso de ser más los inscritos, el entrenador hará una selección oportunamente o se procurara participar en torneos diversos para dar oportunidad a que todos los inscritos jueguen.

4) Cada categoría se le asignarán dos días de prácticas obligatorias semanales en días alternos. Cada jugador por su cuenta propia debe procurar corregir sus deficiencias o mejorar sus cualidades según las indicaciones que le haga el entrenador.

5) Los jugadores, de acuerdo con el entrenador, elegirán un capitán para cada categoría quien será el representante de equipo ante los jueces, firmará el acta del juego y responderá ante la directiva cuando ésta le cite.

6) Los jugadores llevan la representación del Colegio y, conscientes de ese papel, lo llevarán con dignidad y honor. Por eso los alumnos que se inscriban en los equipos, junto con su derecho a entrenamiento, uso de canchas y de material deportivo, y otras ayudas materiales, adquieren el compromiso de una conducta deportiva digna.

7) Toda la conducta de los jugadores en la cancha debe ajustarse a las normas del colegio. Esta conducta debe ser más esmerada ante el público y los árbitros y por supuesto en las canchas ajenas.

8) Todos los jugadores están en la obligación de asistir a todas las prácticas y en caso de imposibilidad real de concurrir, deberán avisar, (o después, justificar su falta por escrito) al entrenador.

9) Es fundamental ser puntual y responsable, ya que es garantía de orden, aprendizaje, compañerismo y colaboración, factores que se tendrán en cuenta para ponerle a jugar y por supuesto para la evaluación.

10) Los jugadores convocados por el entrenador, tienen la obligación de asistir al campo con suficiente anticipación perfectamente uniformados, en caso de real imposibilidad de cumplir avisará al entrenador

11) Los no-convocados, están en la obligación moral de asistir para apoyar a sus compañeros, aprender, y hasta intervenir en caso de alguna emergencia, como la ausencia de alguno de los convocados.

12) Si se perdiere un partido por inasistencia (forfait), se establecerán las responsabilidades y sanciones del caso. Esta situación se considera muy grave.

13) Los jugadores deben aprender a distribuir su tiempo de estudio de manera que ni los estudios estorben al juego ni el juego a los estudios, más aún, el buen deportista debe ser buen alumno.

14) El buen deportista cuida sus condiciones físicas y mentales pues sabe que debe estar en perfectas condiciones para un buen desempeño en las competencias. Por eso los jugadores se abstendrán de trasnochos o fiestas o cualquier exceso de vísperas de partidos o le avisará al entrenador para que no cuente con ellos.

15) Están prohibidos en un buen deportista el uso de estimulantes, cigarrillos, alcohol, etc.

16) Se rechazan las trampas, mentiras, violencias, desquites, etc.

17) En el Loyola hacer grupos, fomentar la desunión, aislar o culpar a compañeros, es una conducta detestable y en caso de que alguno incurra en ella y no desista después de amonestado, será sacado del equipo.

18) Es considerado como falta el pesimismo y mal humor, habituales el retirarse de los juegos o prácticas sin autorización, el tirar o patear la pelota en señal de disgusto, el perder material o dañar las instalaciones.

19) Las palabras, gestos o hechos en contra de compañeros, adversarios, árbitros o público, especialmente si son groseros, serán también objeto de sanción.

20) Los jugadores prestaran atención y acataran las instrucciones de sus entrenadores y directivos y no se toleraran las rebeldías y malos modales como contrarios a nuestra mística.

21) Los jugadores deben usar el uniforme completo, con su número de ficha, limpio y en buen estado, durante los partidos. El uniforme incluye la camiseta, shorts y medias blancas largas.

22) Las sanciones por las faltas de los jugadores serán acordadas por el entrenador y en definitiva, por la directiva según su gravedad.

23) Al menos trimestralmente, el entrenador informaran a los consejos de curso sobre el desempeño tanto positivo como negativo de los jugadores para contribuir a la evaluación integral.

24) Cuando los juegos son en el colegio, los jugadores ayudaran al entrenador para preparar las canchas sacando las mesas y los bancos. Los que juegan en el último turno son los encargados de recoger lo que se saco y de comprobar que no se pierda nada y de que todo está guardado en orden.

 

Normas para Padres, Representantes y/o Acompañantes para los Juegos de Basket del Colegio San Ignacio

1) Inicialmente y en forma general, tener un comportamiento digno, educado y ejemplar que nos caracterice como representantes respetuosos en las actividades deportivas.

2) Evitar dirigirse o girar instrucciones a los jugadores mientras se encuentres en juego, a fin de que sea la instrucción de entrenador escuchada y ejecutada claramente.

3) Los Padres, Representantes y acompañantes, no deben dirigirse a los entrenadores, a los árbitros, ni a la mesa técnica. Es el entrenador o el delegado, el indicado para resolver situaciones que se presenten en el juego.

4) Las personas que estén de espectadores (barra), deben ubicarse lejos de la línea de la cancha, nunca detrás o a los lados, o cerca de la banca del equipo, ni alrededor de la mesa técnica. Preferiblemente ubicarse en las gradas dispuestas para el público.

5) Las barras animarán a sus equipos en forma alegre, decente, divertida, sin gritar ofensas ni malas palabras, y mucho menos caer en provocaciones que generen violencia.

6) Las barras podrán utilizar para animar y apoyar a sus equipos durante el juego, cualquier instrumento musical u objeto que emane ruido (tambores, pandereta, trompetas, cornetas, megáfonos, etc.). En el caso de las categorías Semillita, Micro y Mini no se debe hacer ruido en los tiros libres al equipo contrario.

7) Todos los padres, representantes y acompañantes, serán responsables de cumplir estas normas, los delegados tendrán la potestad de realizar un llamado de atención a cualquiera que esté impidiendo el buen desarrollo del juego.

8) Los Padres, Representantes y Acompañantes, no deben dirigirse a los niños del equipo contrario durante el juego, solo y exclusivamente será permitido las felicitaciones, al concluir el encuentro.

9) Como Padres y representantes, debemos explicar a nuestros hijos, que los árbitros son la autoridad única dentro de la cancha y como tales, deben ser respetados y acatar sus decisiones sin discutirlas dentro del juego.

10) Acerca del trabajo arbitral en los juegos, los Padres, Representantes y Acompañantes, evitaran hacer comentarios negativos en público y mucho menos delante de sus hijos.

11) Al finalizar el encuentro revisar que las gradas queden totalmente limpias.

12) Estar al tanto de lo que hace tu hijo o hija, nos permite crecer juntos. Para educar hay que Amar.

Domingo, 3-5-20, 4° Resurrección

(Textos: He 2, 14. 36-41; 1Pe, 2, 20-25; Jn 10, 1-10)

 En este tiempo de Pascua de Resurrección es importante que tomemos conciencia de la presencia viva de Jesús resucitado. En las homilías anteriores, nos hemos preguntado sobre qué experiencias han marcado nuestra vida por el hecho de la Resurrección de Jesús y, también, sobre dónde se realizan los encuentros con el Resucitado, especialmente, los que suceden en el camino ordinario de nuestras vidas.

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